Patrimonio Grafico

(apuntes de memoria de titulo que ya no van pero es bueno tener a mano por ahí)

Patrimonio Gráfico
El patrimonio gráfico hace referencia a la producción grafica como elemento que trasmite mensajes, en este sentido la gráfica como lenguaje constituido por imágenes siempre ha existido como parte de la comunicación del hombre con su entorno. Norberto Chávez  hace referencia a la imagen como parte del patrimonio Cultural constituyendo por ende una memoria gráfica de un entorno, hace alusión a su vez de la problemática que significa abordar la gráfica como patrimonio ya que una etiqueta señaletica o carteles publicitarios  no son considerados frecuentemente como parte de una memoria que pueda ser resguardada, sin embargo estos elementos contienen en sí mismos mensajes comunicativos que entregan una visión historiográfica y cultural al igual que una fotografía documental.

La producción gráfica ocupa un lugar privilegiado en el corazón mismo de la cultura. Todas sus manifestaciones constituyen instrumentos específicos de transmisión de mensajes, primera manifestación no oral del lenguaje: hay culturas que no escriben; pero no hay ninguna que carezca de algún medio, siquiera rudimentario, de expresión gráfica. Es legítimo, por lo tanto, localizar a las prácticas gráficas en el origen de todos los demás géneros de la comunicación visual y, por consiguiente, considerar a la producción gráfica como pieza clave del patrimonio cultural, cualquiera fuera su grado de desarrollo. […]  Sin embargo, esta jerarquía de la gráfica no suele reflejarse proporcionalmente en la conciencia general sobre el patrimonio: la noción de patrimonio - difundida y asumida cuando se refiere a las artes plásticas o la arquitectura - no está tan clara en el caso de la gráfica. Sólo una mirada advertida observa un periódico o un libro como quien observa un palacio o una exposición de pinturas.                                                                                                      
 La gráfica, para el común de la gente, forma parte del mundo de los objetos consumibles: son signos utilitarios que perecen con sus usos sin pena ni gloria. Y, dentro de ese universo, la gráfica urbana no constituye una excepción: el rótulo de una vieja carnicería va a parar al contenedor con los escombros de la demolición y pocos tendrán, con ello, alguna sensación de pérdida […] Esto explica que, en este campo, las acciones de recuperación o de simple documentación para archivo sean escasas o se limiten a algún tema parcial de interés emblemático o historiográfico, tal como es el caso del cartel. (2001).
Asimismo Chávez señala que tratar con estos objetos supone un cuidado ya que no se trata de utilizarlos para demostrar lo lejano y obsoleto de estos o de reinterpretarlos solamente para satisfacer la practica personal,se trata de  realmente reivindicar su valor y hallar gestos de una auténtica recuperación, entendida ésta como reconocimiento del valor patrimonial y vigencia cultural de lo recuperado, su efectiva contemporaneidad, y por lo tanto la legitimidad de su recreación idónea y añade que para lograr dicho ,

Habrá que tener en cuenta al menos tres grandes procesos de cambio relacionados con la producción cultural, derivados de la saturación industrialista de la sociedad, como son:
• La pérdida de autosuficiencia cultural de la población y la sustitución de la capacidad productiva por la capacidad de consumo de bienes industrializados;
•  La desaparición progresiva de los oficios artísticos y la hegemonía del diseño sobre la producción de la cultura material en todos sus ámbitos y sus niveles;
• La cristalización e implantación, a través del diseño, de una estética industrial rupturista, fuertemente autoreferencial, sin anclajes históricos ni populares que incentiva la amnesia y la deculturación.

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